viernes, 11 de marzo de 2011

La vida del soldado romano.

los reclutas romanos no recibían ninguna formación antes de luchar; cuando se alistaban se les enviaba a un campamento con soldados que tenían más experiencia. Allí la vida de los soldados era muy dura, incluso cuando no combatían.

Se levantaban antes del alba y se vestían. Una vez vestidos y sin desayunar hacían un desfile militar. Después un oficial les daba las órdenes del día.



La mayoría del tiempo la dedicaban al adiestramiento militar. Hacían diferentes ejercicios para mantenerse en forma: cortaban árboles y superaban una serie de obstáculos cargando con todas sus armas. Ensayaban maniobras que luego usarían en el campo de batalla ( marchar en líneas paralelas, formar círculos, apretar o separar filas, etc. ) Aprendían y mejoraban el manejo de sus armas.
Además, todos los meses realizaban tres marchas de 30 km aproximadamente, cargados con una mochila de 30 kg. de peso en la que llevaba su ropa y otros utensilios.
Los soldados, a parte de las labores militares realizaban otras funciones; colaboraban con ingenieros, construían sus propios campamentos , puentes, acueductos ... y a veces ayudaban a fundar determinadas ciudades.
 


Cuando se ponía el sol, los soldados cenaban. La cena eran unas gachas de cereales, pan, manteca, sopa, verduras y de vez en cuando carne de caza. Bebían vino o vinagre y agua. Después de cenar si no tenían guardia, podían salir del campamento y buscar diversión cerca de éste o quedarse en el cuartel.

Fernanda González.

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